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Palabras clave para vivir las palabras de Jesús 

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Mateo 22: 36-40 NVI 

Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la Ley? Respondió Jesús:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente'. Este es el primero y el más grande de los mandamientos. Y el segundo es semejante: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'. Toda la Ley y los profetas penden de estos dos mandamientos". 

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Mateo 16:24-27 (amplificado) 

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera seguirme [como discípulo Mío], que se niegue a sí mismo [que deje a un lado los intereses egoístas], que tome su cruz [que manifieste su disposición a soportar lo que venga] y me siga [que crea en Mí, que se ajuste a Mi ejemplo de vida y, si es necesario, que sufra o tal vez muera a causa de la fe en Mí]. Porque el que quiera salvar su vida [en este mundo], la perderá [con la muerte]; pero el que pierda su vida [en este mundo] por Mí, ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero [riqueza, fama, éxito], si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria y majestad de su Padre con sus ángeles, y pagará a cada uno según lo que haya hecho. 

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1. NEGARSE A SÍ MISMO 

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2. TOMAR CRUZ

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3. SÍGUEME

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Mateo 11:29-30 NVI 

"Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, mi carga es ligera". 

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Marcos 1:16-20 NVI 

Mientras Jesús caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés echando la red en el lago, pues eran pescadores. "Venid, seguidme -les dijo Jesús-, y os enviaré a pescar gente". En seguida dejaron las redes y le siguieron. Cuando se hubo alejado un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan en una barca que preparaban las redes/ Sin demorarse, los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron. 

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Mateo 28: 18-20 NVI 

Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que yo os he mandado. Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. 

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