Éxodo 3:1-5 (NVI): Moisés estaba cuidando el rebaño de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, y condujo el rebaño al otro lado del desierto y llegó a Horeb, el monte de Dios. 2 Allí se le apareció el ángel del Señor en llamas de fuego desde el interior de una zarza. Moisés vio que, aunque la zarza ardía, no se consumía. 3 Entonces Moisés pensó: "Iré a ver este extraño espectáculo: por qué la zarza no arde". 4 Cuando el Señor vio que se había acercado a mirar, Dios lo llamó desde el interior de la zarza: "¡Moisés! Moisés!" Y Moisés respondió: "Aquí estoy". 5 "No te acerques más", le dijo Dios. "Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás es tierra santa".

Éxodo 3:10-15 (NVI): Ahora, pues, vete. Te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los israelitas". 11 Pero Moisés dijo a Dios: "¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los israelitas?". 12 Dios respondió: "Yo estaré contigo. Y ésta será para ti la señal de que soy yo quien te ha enviado: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, adorarás a Dios en este monte". 13 Moisés dijo a Dios: "Supongamos que voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros", y ellos me preguntan: "¿Cómo se llama?". ¿Qué les digo? 14 Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy. Esto es lo que has de decir a los israelitas: 'Yo soy me ha enviado a vosotros'. "15 Dios dijo también a Moisés: "Di a los israelitas: 'El Señor, el Dios de vuestros padres -el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob- me ha enviado a vosotros'. "Este es mi nombre para siempre, el nombre con el que me llamaréis de generación en generación.

Dios existe

Dios persigue

Isaías 59:1 (NVI): Ciertamente el brazo del Señor no es demasiado corto para salvar, ni su oído demasiado sordo para oír.

Los propósitos de Dios

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Dios vino

Juan 8:57-58 (NVI): Todavía no tienes cincuenta años -le dijeron-, ¡y ya has visto a Abraham!" 58 "¡En verdad os digo -respondió Jesús- que antes que Abraham naciera, ya soy yo!"

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¿Qué debemos hacer?

Muévete

Éxodo 3:3 (NVI): Entonces Moisés pensó: "Me acercaré y veré este extraño espectáculo: por qué la zarza no arde".

Quitar algo

Éxodo 3:5 (NVI): Dios dijo. "Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás parado es tierra santa".

Deja que Dios te mueva

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