Horarios y lugares de servicioMensajes anterioresAhora en streamingBurnard Scott
-
Querida Iglesia
-
26 de noviembre de 2023
Apoc.3:14-21 LBLA - La Iglesia tibia
14 "Escribe al ángel de la iglesia de los laodicenses: 'Esto dice el Amén, el Testigo Fiel y Verdadero, el Principio de la creación de Dios: 15 "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente. 16 Así que, porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca. 17 Porque decís: "Soy rico, me he enriquecido y no tengo necesidad de nada", y no sabéis que sois desdichados, miserables, pobres, ciegos y desnudos... 18 Te aconsejo que me compres oro refinado en el fuego, para que seas rico; y vestiduras blancas, para que estés vestido, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo. Sed, pues, celosos y arrepentíos. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venza, le concederé que se siente conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
4 cosas que Cristo quiere de su Iglesia:
1 Pe. 1:6-9 MSG - 6-7 Sé lo bien que te hace sentir esto, aunque mientras tanto tengas que soportar toda clase de agravios. El oro puro puesto en el fuego sale de él probado puro; la fe genuina puesta a través de este sufrimiento sale probada genuina. Cuando Jesús termine todo esto, será tu fe, no tu oro, lo que Dios exhibirá como prueba de su victoria. 8-9 Nunca lo viste, y sin embargo lo amas. Aún no lo ves, pero confías en él, con risas y cantos. Porque seguiste creyendo, obtendrás lo que esperas: la salvación total.
Rev. 7:9-17 RVR - 9 Después de estas cosas miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, tribus, pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos, 10 y gritando a gran voz, decían: "¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero!". 11 Todos los ángeles se pusieron en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y postrándose sobre sus rostros ante el trono adoraron a Dios, 12 diciendo: "¡Amén! Bendición y gloria y sabiduría, acción de gracias y honor y poder y fuerza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.Amén". 13 Entonces respondió uno de los ancianos, diciéndome: "¿Quiénes son éstos vestidos de blanco, y de dónde han salido?". 14 Yo le respondí: "Señor, tú lo sabes". Y me dijo: "Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo. Y el que está sentado en el trono morará en medio de ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni sed; el sol no los golpeará, ni calor alguno; 17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los conducirá a fuentes vivas de aguas. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos".
Juan 9:35-41 NLT - 35 Cuando Jesús se enteró de lo sucedido, buscó al hombre y le preguntó: "¿Crees tú en el Hijo del Hombre?" 36 El hombre respondió: "¿Quién es, señor? Quiero creer en él". 37 "Lo has visto", le dijo Jesús, "y te está hablando". 38 "¡Sí, Señor, creo!", dijo el hombre. Y adoró a Jesús. 39 Entonces Jesús le dijo: "Yo he venido a este mundo para juzgar, para dar vista a los ciegos y para mostrar a los que creen ver que son ciegos." 40 Unos fariseos que estaban cerca lo oyeron y le preguntaron: "¿Estás diciendo que somos ciegos?". 41 "Si fuerais ciegos, no seríais culpables", respondió Jesús. "Pero ustedes siguen siendo culpables porque afirman que pueden ver.
Salmos 19:8 NASB - Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; El mandamiento del Señor es puro, ilumina los ojos.
La invitación:
Rev. 3:20-21 RVR - 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, como yo también vencí, y me senté con mi Padre en su trono.
